Este es un reflejo de la realidad principalmente limeña en el que muchos de los migrantes de la sierra del Perú trabajaron duro y durante muchos años para poder dejar un legado duradero, una fuente de trabajo propia a sus hijos cuando éstos tengan la edad suficiente para trabajar y a la vez mantener a sus propias familias. Siempre rinden homenaje a ese esfuerzo pintándo en el vehículo el parentesco y en algunos casos el nombre de la persona que se esforzó por sacar adelante la familia.

Este tipo de frases se ven con mucha frecuencia en las calles de lima no sólo en los taxis sino en muchas de las unidades de transporte público que también tienen similar historia. Ojalá que tanto taxis como cústers o combis también mejoren su forma de manejar que nada cuesta y así podamos progresar teniendo un poco mas de sentido común.